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OCO Global, líder en el monitoreo de la inversión extranjera mundial, en su reporte “Generation Mobile – Securing top talent for FDI: OCO Global Annual Report 2011 / 2012“. Imposible, en medio de la inquietud en el mundo árabe, el terremoto en Japón, el escándalo que hizo renunciar al presidente del FMI Dominique Strauss Kahn, el déficit de la deuda que los europeos no logran controlar, y la crisis político económica que atraviesa Estados Unidos, el cual vio impotente como Standard & Poors le rebajaba su calificación de Triple A. De hecho, la revista Al respecto, este último reporte de OCO Global dio cuenta de una tendencia que vienen notando. El acceso a un espectro amplio de trabajadores capacitados va siendo un elemento de atracción de IED. En este sentido, resulta crucial el rol de las universidades como centros neurales de la generación de profesionales y otro tipo de personal capacitado. Como indica el estudio hecho en conjunto por Heidrick & Struggles, “existe una correlación entre una economía saludable y desarrollada y la concentración del talento en una misma locación. Por ejemplo, Daniel Nicholls, de OCO Global, señala que “durante los últimos dos años un número sin precedentes de trabajadores capacitados han regresado a sus países de origen”. Hoy ya no ocurre como hace apenas una década, cuando nadie habría rebatido que “el mejor prospecto para una persona joven, de brillante talento, de un país emergente, era marcharse a un estado desarrollado”. África y Europa del Este son dos ejemplos significativos en el tema de la reincorporación de sus diásporas. Nigeria, Ghana y Sudáfrica en el continente africano, así como Polonia, la República Checa, Eslovaquia y Eslovenia en el este europeo han recibido últimamente más nacionales formados en universidades extranjeras que la sumatoria de años anteriores. “Estos profesionales regresan porque quieren ser protagonistas de las historias de éxito y crecimiento económico que se vaticina en sus países. Han dejado atrás carreras prometedoras y lucrativas al darse cuenta de que pueden convertirse en CEO de las nacientes compañías en sus países antes de siquiera cumplir los 30”, señala Nicholls.